Splitska es un pequeño y idílico lugar de la isla de Brač. Con alrededor de 200 habitantes, nunca está excesivamente poblado y se encuentra fuera de los típicos mapas turísticos. Precisamente por eso, Splitska ofrece a sus visitantes total
En la leyenda sobre el origen del lugar, Splitska se menciona como el puerto en el que desembarcó el héroe troyano Antenor, y en la parte continental de la isla fundó el asentamiento de Škrip. La posición portuaria costera y la tradición de la piedra de Brač han marcado la vida de este lugar en otros períodos históricos. Splitska ha quedado registrada como el puerto desde el que se exportaba piedra para la construcción del palacio del emperador romano Diocleciano en la cercana Split.
El vínculo entre Splitska y la piedra no se detiene ahí, ya que la más antigua huella histórica de esta área se ha preservado en la piedra. En la cantera de Rasohe, cerca del lugar, se encontró una figura tallada de Hércules, creada por uno de los canteros romanos durante la extracción de piedra para el verano de Diocleciano.
Splitska ha sido conocida a lo largo de los siglos como un destino ideal para el descanso, como lo atestiguan los numerosos palacetes. Los más conocidos son el palacio Cerinić y dos construidos a principios del siglo XX: el palacio Finka y la Villa Ilirija.
Para los turistas deseosos de conocer el patrimonio cultural, Splitska les presentará la iglesia parroquial de la Bienaventurada Virgen María con importantes obras de arte, así como una torre cuadrada, que es el resto del antiguo palacio de la familia Cerinić. En la parte poco profunda del puerto aún se pueden ver los restos sumergidos del antiguo puerto que una vez estuvo en ese lugar. A poca distancia de Splitska, los visitantes encontrarán las ruinas de la iglesia de Santa Jadra, que data de la transición del siglo V al VI.