Mirca, Isla Brač

Mirca se fundó en el siglo XVI, cuando los habitantes comenzaron a poblar la tranquila bahía de Gumoncu. Hoy en día, sigue siendo el centro de la vida del lugar, con su playa y puerto pesquero.

Mirca abre de par en par las puertas de la Iglesia de la Anunciación de María para aquellos visitantes interesados en conocer el patrimonio cultural local. Su interior sorprenderá con la riqueza de sus altares, retablos y estatuas, destacando especialmente la Pietà, una pintura de Feliks Tironija, un pintor aficionado de Supetar.

El modo de vida tradicional de la isla de Brač está vinculado a la olivicultura. Mirca ofrece a los visitantes la oportunidad de ser parte del paisaje autóctono de Brač, ya que en sus alrededores se han habilitado los Caminos de los Olivos, senderos diseñados para caminar que atraviesan antiguos olivares. En el recorrido se encuentra un antiguo molino de aceite que aún está en funcionamiento, donde se ha inaugurado el Museo de la Olivicultura y la Almazara. En el museo, se pueden ver máquinas antiguas que se utilizaban para prensar a mano los frutos maduros y se ofrece una guía sobre la tecnología de procesamiento. También se pueden degustar o comprar productos derivados de las aceitunas.

El 2 de julio, Mirca organiza una fiesta popular en honor a la festividad de la Virgen de Miraška, la patrona del lugar, y los turistas pueden buscar diversión en los clubes nocturnos y cafeterías cercanas en Supetar, que durante el verano ofrece diariamente una variedad de formas de entretenimiento: desde conciertos, espectáculos y proyecciones de películas hasta programas de discoteca.